La hora del campo, es ahora

Departamento técnico de ANCA alerta ante ataques de plagas en lotes de maíz
junio 8, 2017
UCV dicta curso de diseño y uso de registros en producción con ovinos
junio 9, 2017

Ing. Agr. M. Sc. Werner Gutiérrez Ferrer

Ex Decano de la Facultad de Agronomía del LUZ

En las últimas semanas los campos agrícolas venezolanos han sido protagonistas de diversas acciones por parte de las asociaciones que conforman la Federación nacional de ganaderos (Fedenaga) y la Confederación de asociaciones de productores agrícolas (Fedeagro). Múltiples tractorazos han ocupado las vías rurales del Zulia, Lara y Portuguesa. En otros municipios de varios estados del país se han realizado caravanas y cabalgatas con masiva asistencia de productores y sociedad civil. Se han organizado mercados donde el pueblo ha podido adquirir leche, carne, queso y otros productos directamente de la mano de agricultores y ganaderos.

Tanto Fedeagro como Fedenaga, a través de remitidos públicos subrayan la necesidad de restituir el hilo democrático, exigiendo sea respetada la constitución vigente, garantizando los derechos humanos fundamentales del pueblo venezolano, así como el respeto a los poderes públicos legítimamente constituidos. Rechazan ambas organizaciones la convocatoria ilegal e ilegitima de una asamblea constituyente, que lejos de mejorar la situación, agravaría aun más la escasez de alimentos y medicinas, coartando además derechos políticos fundamentales ya conquistados en el pasado. En el Zulia, la Federación de ganaderos de la cuenca del Lago de Maracaibo (Fegalago) también ha hecho lo propio e igualmente fijó posición a través de un amplio comunicado publicado en dos importantes diarios de la región.

Como venezolano, y profesional de las ciencias del agro, siento especial orgullo el ver la madurez, compromiso y dignidad con el país, que ha germinado desde las distintas regiones agrícolas en el momento histórico más crucial de nuestra era contemporánea. Existe claridad absoluta en los dirigentes y en las bases del sector agropecuario que de permitir se imponga el proyecto totalitario y absolutista de constituyente de Nicolás Maduro se cercenarían por completo las libertades económicas, borrando al sector privado nacional que aun se mantiene de pie en los campos y agroindustrias, el cual después de 18 años de destrucción por parte de la dupla Chávez – Maduro, aun genera el 80 % de los pocos alimentos producidos dentro de nuestras fronteras.

Hoy presenciamos las tristes y crueles consecuencias de un país sometido cobardemente al hambre y desnutrición, y la pérdida inclusive de vidas, por un gobierno que se ha  apoderado a través de expropiaciones y confiscaciones de fincas, agroindustrias y cadenas de distribución de alimentos. De concretarse la constituyente comunal, ese modelo anacrónico terminará por imponerse, despareciendo la agricultura y ganadería que hasta hace una década fue capaz de alimentarnos y llenarnos de profundo orgullo. Dios bendiga y guie a los hombres y mujeres que en el momento que el país más lo reclama, han entendido, que la hora del campo venezolano, es ahora o nunca.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *