
Minuta Agropecuaria 22 Dic 2025
La Sociedad de Cañicultores del estado Portuguesa (Soca-Portuguesa) ha puesto en marcha un proyecto fundamental para la sostenibilidad y el futuro productivo de la caña de azúcar en su zona de influencia. El Programa de Agronomía ha iniciado la producción de semilla genética de caña de azúcar mediante micropropagación (Vitroplantas), con el objetivo ambicioso de garantizar el suministro de semilla de alta calidad y pureza varietal para los futuros ciclos de cultivo.
La meta es clara: producir 15.000 plántulas sanas en la campaña 2025-2026, asegurando un impacto directo en el 80% del área cultivada por sus productores.
La base de este proyecto es la micropropagación, una técnica de cultivo de tejidos vegetales realizada in vitro en el laboratorio de Fundacaña (Maracay). Esto garantiza la producción de vitroplantas que son genéticamente puras y, crucialmente, libres de plagas y enfermedades sistémicas (como el Virus del Mosaico o el Raquitismo de las Socas).
El impacto sanitario es inmediato y a largo plazo: esta «limpieza»; genética retrasa significativamente la curva de declive de los rendimientos en los ciclos de soca, prolongando la vida útil y la productividad del cañaveral.
Actualmente, se están propagando cinco cultivares comerciales claves, entre ellos V 99-236, V 98-62 y C 323-68. Esta combinación garantiza la disponibilidad de semilla que cubre las tres etapas clave de la zafra (inicio, intermedio y fin). Actualmente, ya se tienen sembradas 8.964 vitroplantas en semilleros
especializados.
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El principal desafío logístico para el equipo técnico de agronomía de Soca- Portuguesa ha sido la sincronización precisa entre la disponibilidad del delicado material genético y la preparación de las áreas de siembra.
Para optimizar el uso de este material, la estrategia de siembra se ha zonificado:
«Nuestro objetivo va más allá de producir plántulas sanas. Queremos asegurar que los productores agremiados sean los primeros en acceder a esta semilla limpia y de alto rendimiento»; declara el equipo técnico. «En esencia, Soca-Portuguesa no solo produce semilla, sino que transfiere la tecnología más avanzada directamente a la tierra de sus asociados, asegurando un futuro más rentable para toda la cadena de valor de la caña».
El proceso de conversión de estas vitroplantas a semilla comercial es metódico y requiere un plazo de 16 a 21 meses. El impacto tangible en la productividad general (aumento de toneladas de caña por hectárea) se observará a partir de la zafra 2027-2028, cuando esta primera generación de semilla genéticamente renovada sea cosechada por los productores de Soca-Portuguesa.