Asoportuguesa indica que volver a sembrar en las zonas afectadas, ha acarreado más gastos para los productores, cuyos cultivos pasaron entre 20 y 25 días sin lluvias o con precipitaciones por debajo de los 2 o 3 milímetros de agua.
Minuta Agropecuaria.-
Cambios en las precipitaciones, patrones climáticos erráticos y la prevalencia de plagas y enfermedades amenazan la productividad agrícola y por tanto perjudican a la seguridad alimentaria. En este caso, el ciclo invierno 2020 ha sido un poco inusual con un régimen pluviométrico distinto al que se ha tenido normalmente y que ha tenido consecuencias, aunque puntuales, sobre la siembra de maíz blanco y amarillo.
⠀
«No es una situación generalizada pero sí puntual, en algunas zonas donde ha habido sequía o han caído pocas lluvias. El desarrollo inicial del cultivo se ha visto afectado, principalmente en las áreas donde los suelos retienen baja humedad», dijo Asoportuguesa en cuenta de Instagram
El gremio agrícola a través de su Departamento Técnico monitorea casos puntuales, atendiendo a los agricultores que han tenido que resembrar, debido a que los maíces se quedaron en la primera etapa, «es decir, no prosperaron ni alcanzaron el crecimiento correspondiente». afirman.
⠀
Entre las zonas afectadas se encuentran Canoíta, Chorrerones, Las Caramas y los alrededores de El Gateao en el estado Portuguesa, donde los costos de producción de los agricultores se han incrementado, por concepto de semillas y herbicidas para la resiembra, alejándose de la época recomendada para «una buena siembra» establecida hasta el 15 de junio
⠀