Uso prudente y responsable de los antibióticos en ganadería

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Minuta Agropecuaria | 16 Oct 2023

En los últimos años se han producido cambios importantes en la terapia antimicrobiana, ya que existen nuevos fármacos y es mucho más amplia la base de datos acerca de la farmacocinética específica de especie.

El uso racional de los fármacos es de vital importancia en la actividad profesional del médico veterinario, debido a que se pretende administrar un tratamiento con un efecto terapéutico óptimo, evitar la presentación de efectos adversos y el desarrollo de resistencias bacterianas hacia los antibióticos.

Los antibióticos son medicamentos indispensables para el tratamiento de la mayoría de las enfermedades infecciosas que afectan tanto al hombre como a los animales. Sin embargo, las bacterias son capaces de desarrollar mecanismos que les permiten hacerse resistentes a ellos. Es decir, pueden no solo sobrevivir, sino incluso continuar multiplicándose en su presencia.

El uso de antibióticos en ganadería es necesario para que los animales estén sanos y por tanto se pueda garantizar su bienestar. Por otro lado, su uso es también fundamental para garantizar la seguridad de los alimentos provenientes de estos animales. Una cabaña ganadera sana permite producir alimentos sanos y de calidad.

En ganadería, los antibióticos se emplean fundamentalmente para el tratamiento de las infecciones bacterianas (uso terapéutico). Su administración para prevenir enfermedades (uso profiláctico) se recomienda solo en situaciones muy excepcionales.

Los tres elementos asociados con el mayor riesgo para la salud pública del uso de antibióticos en animales que identifica la comunicación son los antibióticos críticos, la administración por vía oral y la administración en grupos.

Bacterias resistentes a antibióticos en animales

Respetar los periodos de supresión (tiempo que debe transcurrir desde que se deja de administrar el medicamento al animal hasta que este o sus productos puedan ser destinados al consumo humano) y los programas oficiales de control de residuos garantiza que en los alimentos de origen animal no se superen los niveles de residuos antibióticos establecidos por la normativa vigente.

Sin embargo, el ganado puede actuar como reservativo de bacterias resistentes. Estas pueden transmitirse de los animales al hombre por distintas vías:

  • A través de los alimentos.
  • Por contacto directo con los animales.
  • A través del medio ambiente.

Las bacterias (resistentes o sensibles) no respetan barreras geográficas ni son exclusivas del hombre o de los animales. Se estima que alrededor del 75 % de las enfermedades infecciosas que afectan a los humanos tienen su origen en los animales.

Además, las bacterias resistentes pueden transferir los genes responsables de la resistencia a otras bacterias con las que conviven en un mismo entorno, como el intestino de los animales o del hombre y el medio ambiente. Puede suceder que una bacteria no patógena, es decir, una de las “buenas” presente en nuestra flora intestinal, reciba un gen que la hace resistente. O incluso peor; una bacteria patógena, pero sensible a los antibióticos, puede convertirse en resistente al recibir un gen de otra bacteria. En ese caso, tendremos un problema cuando enfermemos y deban tratarnos con antibióticos.

 

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