Parte II | Conociendo la planta de soya

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Pedro Raúl Solórzano Peraza

Este documento es la parte II de otros que van a conformar el tema: “Conociendo la planta de soya”, hasta completar la información sobre crecimiento y nutrición de esta planta, aspectos muy importantes para el manejo del cultivo en el campo.

II.-El crecimiento de la planta de soya.

Para apreciar mejor el crecimiento de la planta de soya vamos a utilizar la cuantificación de este fenómeno, con la información de los resultados de un análisis de crecimiento sencillo realizado con la variedad Soyica-P31 (del ICA, Colombia), sembrada en un lote comercial en los Llanos Occidentales de Venezuela (en la vía San Carlos-Las Vegas, estado Cojedes), con riego complementario durante el ciclo de nortes de esta región, el año 1987. Esta es una variedad de ciclo intermedio, pero que sembrada hacia fines de año cuando los días se van haciendo cada vez
más cortos, su ciclo se reduce aún más, y en el ejemplo que vamos a presentar la madurez fisiológica se alcanzó a los 87 días de edad de las plantas.

Los resultados obtenidos en cuanto a acumulación de materia seca en los diferentes órganos de la planta de soya y la variación del índice de área foliar (IAF) a lo largo del ciclo de vida de la planta, se presentan en el cuadro 1. Se aprecia que el crecimiento de la planta de soya es bastante lento al principio pero se incrementa notablemente en el período de posfloración (después que se inicia la floración, estados R1 y R2, que en este caso comenzó después de los 32 días de edad de las plantas) hasta la finalización del período de llenado de granos. La máxima acumulación de materia seca fue de 6.668 kg/ha y ocurrió a los 74 días de edad en un cultivo que produjo 2.800 kg de granos/ha, corregidos al 12% de humedad.

Después que se inicia el desarrollo de las vainas, la contribución relativa de hojas y tallos al total de biomasa acumulada es cada vez menor, llegando al final del ciclo con 76% del total de materia seca acumulada en las vainas, 24% en tallos y nada en las hojas porque se desprenden totalmente de la planta al alcanzar la madurez.

En relación al Indice de Área Foliar (IAF en m 2 de hojas/m 2 de terreno) para l variedad en estudio, alcanza un valor máximo de 4,851 a los 53 días de edad de las plantas y luego comienza a disminuir a medida que se van desprendiendo las hojas, y tiende a cero para el momento de la madurez.

Estas variaciones en el crecimiento de la planta de soya, se aprecian mejor analizando los valores de las tasas de crecimiento de la planta (velocidad de crecimiento en varias etapas del ciclo) y de sus órganos. Estos resultados se presentan en el cuadro 2 y destacan que al principio del ciclo las tasas de crecimiento son bajas al comenzar

Esa disminución de la tasa de crecimiento de la planta de soya coincide con el inicio de la floración a partir de los 32 días de edad, pero luego en la posfloración se registraron las mayores tasas de crecimiento con valores cercanos a 200 kg de m.s./ha/día promedio a los 43 días. A partir de allí se mantiene más o menos estable hasta los 56 días, cuando vuelve a disminuir motivado seguramente al inicio de la pérdida de hojas de la planta, lo cual se evidencia con una tasa de crecimiento promedio negativa de las hojas (-11,33kg de m.s./ha/día). Para el período siguiente, 59-68 días, ocurre un nuevo incremento importante en la tasa de crecimiento del cultivo como consecuencia de la elevada tasa de crecimiento de las vainas, una vez que se ha iniciado el llenado de granos.

A partir de los 70 días, la tasa de crecimiento de la planta entera disminuye significativamente a pesar que la tasa de crecimiento de las vainas alcanza su mayor valor (promedio de 240,39 kg de m.s./ha/día), pero eso coincide con el período cuando hay mayor pérdida de hojas (tasa negativa de -169,94 kg de m.s./ha/día) y los tallos han dejado de acumular biomasa, con una tasa de crecimiento cercana a cero.

En relación a la eficiencia fotosintética de la planta, se presentan, en el cuadro 3, los valores de tasa de asimilación neta de la planta (TAN) y sus variaciones a lo largo del ciclo de vida.

Cuadro 3. Variaciones en la tasa de asimilación neta (TAN) de la planta de soya a lo
largo de su ciclo de vida. Valores en g de m.s./m 2 de hoja/día.

Períodos (días)                                 TAN (g de m.s./m 2 de hojas/día)

18-25                                                    6,400
25-32                                                   6,112
32-39                                                   1,934
39-46                                                   8,412
46-53                                                   4,902
53-59                                                   2,778
59-68                                                  5,712
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Se puede observar que al principio, con plantas pequeñas y libres de competencia entre sí, estos valores son relativamente altos promediando más de 6 g de m.s./m 2 de hojas/día. Para el período 32-39 días de edad, el cual coincide con el inicio de floración, el valor de TAN llega a su valor más bajo durante todo el ciclo con un promedio de 1,934 g de m.s./m 2 de hojas/día, lo que parece indicar que la planta dedica una gran cantidad de energía en el proceso de floración en detrimento de la acumulación de biomasa en sus tejidos. En el período siguiente, 39-46 días de edad, se logran los mayores valores de TAN con promedio de 8,412 g/m 2 de hojas/día. A partir de allí comienza a bajar TAN coincidiendo con los mayores valores de IAF que pueden propiciar mutuo sombreamiento de las hojas, aunque con valores relativamente altos indicando que es una planta de buena eficiencia en la utilización de la luz. Para el último período evaluado en este trabajo, 59-68 días de edad, se incrementa nuevamente el valor de TAN, lo cual puede deberse a una alta eficiencia fotosintética de las hojas remanentes en las plantas, ya que al ir desnudándose disminuye el mutuo sombreamiento y la eficiencia fotosintética se incrementa.

Los valores máximos de IAF (4,8) reportados en este trabajo, se consideran bastante buenos para el cultivo de la soya, permitiendo que TAN se mantenga a valores elevados cuando el dosel de las plantas está bastante cerrado. Valores de IAF superiores a 6 se consideran exagerados para la soya, y aunque desde el punto de vista de competencia con malezas puede ser muy bueno, desfavorece la eficiencia en la fotosíntesis. Esta consideración es importante tenerla presente cuando se establecen las poblaciones de plantas.

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Pedro Raúl Solórzano Peraza
Febrero de 2018.
pedroraulsolorzano@yahoo.com
www.pedroraulsolorzanoperaza.blogspot.com

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