Estudian cómo mejorar la calidad nutricional del trigo

Aprovechar el potencial de la ganadería para impulsar el desarrollo sostenible
octubre 17, 2018
Avanzan en el desarrollo de una nueva vacuna para controlar la tristeza bovina
octubre 17, 2018

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por su sigla en inglés), el trigo provee el 20 % de las calorías y el 25 % de las proteínas consumidas diariamente. Con un rol fundamental en la dieta humana y una población mundial en aumento –en 2050, se estima, que habrá 9.000 millones de habitantes–, la posibilidad de incrementar la calidad nutricional del cereal es un desafío para la ciencia.

En este sentido, un grupo de investigadores del Instituto de Recursos Biológicos del INTA trabaja en el desarrollo de trigos con mejor valor nutricional, mayor contenido de hierro y zinc y que puedan transformarse en harina con alta amilosa, una propiedad que aumenta la proporción de fibra dietética prebiótica y beneficia la digestión.

“La calidad nutricional implica la mejora en compuestos bioactivos”, señaló Marcos Bonafede, especialista en mejoramiento genético del INTA, y agregó: “La biofortificación es el proceso por el que se aumenta el contenido y disponibilidad de nutrientes, como vitaminas, minerales esenciales y fibra”.

Para esto, Bonafede y su equipo trabajan en la puesta a punto de distintas estrategias de premejoramiento. “Como ejemplo de algunas de estas estrategias, estamos trabajando con genes particulares que aportan características y mejoran las propiedades del gluten destinado a panificación”, indicó.

El premejoramiento implica la transferencia de características deseables presentes en especies emparentadas con el trigo, mediante cruzamientos artificiales. “Esto nos permite vincular los recursos genéticos disponibles en parientes silvestres, o incluso cultivares obsoletos, con variedades que necesitan incrementar su diversidad genética para luego ingresar en el programa de mejoramiento del cultivo”, manifestó el especialista del INTA.

Como ejemplo, Bonafede describió que el trigo silvestre Triticum turgidum var. dicoccoides (no domesticado por el hombre) posee el gen GPC-B1. Se trata de una fuente de variabilidad genética y, gracias al cruzamiento con otras variedades, permitirá incrementar el contenido de micronutrientes como hiero y zinc en el grano

Vía: mundoagropecuario.com

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *